jueves, 15 de octubre de 2015

De la desvergüenza de un inspector de educación de Mallorca: Francisco García Moles.

Una de las experiencias más lamentables que he vivido en mi profesión ha sido la que tuve con un inspector llamado Francisco García Moles. Recuerdo que quise hablar con él para que mediara en el conflicto que yo había tenido con la directora del centro de trabajo a raíz de la celebración del 25 aniversario de la creación de la Escuela de Adultos de Calvià (véase el post del 12 de enero de 2012). Fui a verle un día entre semana, pero al llegar a los despachos de inspección me informaron que tenía fiesta. Volví pocos días después, me dijeron que había salido a desayunar. Dejé en recepción el número de mi teléfono y al mediodía me llamó a casa. La conversación fue esperpéntica. En el CEPA de Calvià la directora le había hablado de mi. Por algunas palabras que él me dijo algo pude deducir de lo que le contaron. El inspector se dirigió a mi como un torbellino alzando la voz y, entre otras lindezas, preguntándome si había firmado algún contrato con la jefa de estudios para hacer un vídeo con los alumnos para la celebración del 25 aniversario del centro  (!!!). Como es obvio, los trabajos académicos que se realizan con alumnos no precisan contratos. La pregunta era ridícula y grosera, pero si realmente hubiese querido saber la respuesta, solo tenía que pedir las facturas correspondientes al dinero invertido para realizarlo. Evidentemente la intención de la pregunta era desconcertarme para que me quedase claro quién manda y quién ha de obedecer. El video del que hablaba hace referencia el post que he  mencionado más arriba. Está claro que para el inspector era un tema menor. Tenía una visión muy parcial de la situación y ningún interés en escucharme.

He conocido a inspectores muy comprometidos con el buen funcionamiento de la enseñanza. De otros no puedo decir lo mismo. La única experiencia que he tenido con el inspector García Moles solo lo puedo ubicar en el grupo de profesionales que no dudan en tratar de desacreditar a un profesor, aun sin conocerlo, y así evitar el mínimo esfuerzo en resolver con ecuanimidad un conflicto que no le va a reportar beneficio alguno en su carrera profesional. No sé si el comportamiento que tuvo el señor García Moles es el habitual en la inspección educativa de Baleares. Parece evidente que la actitud del señor García Moles solo define un compromiso ético confuso y poco digno. Fue ascendido a Jefe de Inspección Educativa del Gobierno Balear. Hace un tiempo dejó de serlo.

sábado, 16 de febrero de 2013

Del bajo nivel académico de los alumnos


En algunas ocasiones he oído decir que tenemos la juventud mejor formada de la historia de España. Probablemente es cierto en términos cuantitativos, pero no creo que lo sea en términos cualitativos. En las reuniones de profesores es frecuente oír la expresión “el nivel de los alumnos es muy bajo” o “tenemos alumnos muy inmaduros”. Reconozco que no sé muy bien el significado de unas expresiones tan contundentes y con tan poca reflexión. En el sistema educativo intervienen muchos factores, como, por ejemplo, el social, el jurídico o el político, pero uno de los más importantes es el de la formación intelectual de los profesores. Nadie quiere asumir su parte de responsabilidad en el estrepitoso fracaso de la enseñanza en España, tampoco los profesores.

Voy a contar como ejemplo tres anécdotas y que cada cual saque sus propias conclusiones. Hace unos cuantos años, pedí a un miembro del departamento de Geografía e Historia de un instituto de Badalona que comprase un globo terráqueo, me preguntó si tenía alguna preferencia a lo que indiqué en broma “sí, que tenga una escala 1:1”. Al cabo de unos días me dice que ha ido a buscarlo pero que el dependiente le ha dicho que no tienen globos a esa escala (un globo terráqueo de escala 1:1 tendría el tamaño de la Tierra). No me podía creer que un profesor de Geografía e Historia pretendiese comprar semejante barbaridad, pero así fue. Hace unos años una joven profesora de lengua y literatura me preguntó si el libro El lazarillo de Tormes era muy grueso. Le respondí, con un cierto tono irónico, que dependía del tamaño de las letras, cuanto mayor es el tamaño de la letra, mayor número de páginas. Pude comprobar que la pregunta no era chistosa ya que dependía del número de hojas para que los alumnos leyeran más o menos capítulos del libro. Me quedé sorprendido por la pregunta, me parecía impropia de una persona con formación universitaria y, además, profesora. La tercera anécdota se produjo no hace mucho tiempo y me llegó através de los alumnos a los que impartía Geografía; una profesora dijo en clase que Copérnico había descubierto que la Tierra era esférica. Un alumno le indicó que la demostración de la esfericidad de la Tierra la había hecho Eratóstenes, y, con anterioridad, Aristóteles ya había sido capaz de deducir la forma terrestre mediante la observación de los eclipses lunares. La profesora se indignó con el alumno y le amenazó suspenderle por la mala educación de corregirla y por la escasa formación que mostraba, a lo que el alumno se disculpó y no insistió.

En algunas ocasiones hay profesores que preguntan cómo se obtiene el porcentaje de aprobados de una clase. En otras piden a sus compañeros que les impriman un documento guardado en el ordenador porque no saben cómo hacerlo. Por las cosas que oigo entre los profesores, a muchos les costaría situar Ciudad Real en un mapa mudo de España o indicar con precisión por donde pasa el Ecuador o el meridiano de Greenwich. Estoy convencido que buena parte de las deficiencias en la formación académica de los alumnos está relacionada con la poca preparación intelectual de los profesores. ¿A qué se debe este fenómeno? La respuesta la encontramos en la selección, cada vez menos exigente, de los profesores de cualquier nivel, desde la enseñanza primaria a la universitaria. De aquí podemos sacar una conclusión: con profesores que muestran una formación intelectual poco sólida no se puede conseguir alumnos con alto nivel académico, aunque el resto de las circunstancias sociales, jurídicas o políticas sean favorables.

Corolario:

De los buenos profesores no siempre salen buenos alumnos, pero de profesores poco responsables las actitudes de los alumnos suelen ser poco recomendables.

Nota:

He conocido, y conozco, profesores con una sólida formación intelectual, que dan muy buen ejemplo en su magisterio. Es tarea del alumno saber distinguir el grano de la paja, es decir, saber reconocer a un buen profesor.

lunes, 8 de octubre de 2012

De los incompetentes


En nuestro entorno social y laboral a veces nos toca convivir con seres poco recomendables. No digo nada nuevo al afirmar que en demasiadas ocasiones, personas incompetentes con pretensiones de liderazgo ocupan puestos de poca o mucha responsabilidad. El incompetente no ocupa un cargo por capacidad y mérito propio. Es oportunista por naturaleza. El cargo lo ocupa por tres vías posibles: por un favor personal, por falta de candidatos para ocuparlo y, también, mediante engaño y falsedad. Su objetivo es "mandar" a cualquier precio. Son incapaces de reconocer que el liderazgo no se impone sino que fluye de la propia persona y penetra en los demás por los poros del sentimiento. Al líder y al incompetente se les nota a simple vista. Entre ambos hay una diferencia notable, el líder sabe que es líder, pero el incompetente no sabe que es incompetente. El líder es capaz de realizar proyectos, atraer a los colaboradores mejor preparados y conseguir los objetivos propuestos.
Los incompetentes pocas veces tienen la audacia de proponer un proyecto, cuando lo hacen son incapaces de dirigirlo y, además, ponen todos los medios a su alcance para impedir que otra persona con más talento pueda realizarlo. Son seres por naturaleza destructivos. Los incompetentes con delirio de líderes crean un campo de distorsión de la realidad, que es una forma elegante de decir que son mentirosos compulsivos. Se creen tanto sus mentiras que consiguen que los necios las consideren verdades. Su afán de notoriedad hace que necesiten estar rodeados de acólitos pusilánimes que no cuestionen sus decisiones. Cuentan los psicólogos que son seres que adoptan una posición de poder para esconder un profundo complejo de inferioridad. Tienen que imponer sus criterios por la fuerza porque son incapaces para convencer. Para protegerse, no dudan en practicar el nepotismo y colocar a sus (interesados) amigos en un cargo del que puedan obtener algún beneficio. El incompetente delirante tiene el autoritarismo grabado en sus genes. Suelen imponer sus propias leyes ya sea porque desconocen las normas oficiales o porque obtienen alguna clase de beneficio al no aplicarlas. Su naturaleza les hace ser cobardes, no dudan en ser crueles con los débiles o atacar cual víboras, de forma traidora, con premeditación, alevosía y, si pueden, nocturnidad a los que les cuestionan su autoridad. Les resulta insoportable saber que alguien les considere incompetentes y lo insinúe públicamente.

No me cabe la menor duda de que cualquiera puede encontrar algún parecido con la realidad.

jueves, 28 de junio de 2012

De la huida


La huida sigue un camino circular, siempre te lleva al mismo lugar del punto de partida. La huida no está en el cambio de paisaje, ni de nuevas personas. La esperanza de huir se junta con la decepción de la permanencia. La puerta de salida no da al camino de piedras, tierra y polvo. No hay puerta de salida. No necesitamos huir porque ya estamos en el punto de llegada. La distancia que se recorre dentro de un mismo punto puede ser larga y desesperanzada. Cuando faltan las fuerzas no queda más remedio que llegar a un acuerdo para que puedan convivir la necesidad de huir con el deseo de llegar, solo así mantendremos la calma y dejaremos de ser náufragos para convertirnos en sobrevivientes.


A todos los que huyen.

viernes, 15 de junio de 2012

Las redes sociales en la enseñanza. La red "Edmodo".


Las redes sociales surgieron con los sistemas sociales. Una red social no es más que un conjunto de individuos relacionados entre sí para alcanzar un fin común. Históricamente las redes sociales más importantes han sido verticales. Partían de las órdenes del jefe supremo y descendían hasta el siervo más bajo del escalafón social. En los tiempos actuales, las redes se han democratizado, junto con las relaciones verticales se han desarrollado las relaciones horizontales donde todos los elementos que componen la red mantienen el mismo grado de importancia en el proceso de comunicación. El poder que tienen las redes sociales verticales y horizontales dentro del sistema político es directamente proporcional al número de individuos que lo componen. Con el desarrollo de internet, las redes sociales reproducen a través de medios informáticos lo que siempre han sido, con la posibilidad de ampliar enormemente el número de personas integradas en la red. En economía, las empresas están sustituyendo el correo electrónico individual por una red social cerrada donde los colaboradores (empleados) puedan enviar y recibir información instantánea de manera que facilite el trabajo en equipo. También es conocida la importancia que tuvieron las redes sociales en el triunfo electoral del actual presidente de los Estados Unidos. La educación también se ha visto afectada por el auge de las redes sociales. Una de las más importantes es la conocida como "Edmodo", donde alumnos y profesores establecen vínculos más allá del espacio físico de los centros de enseñanza.

Edmodo se engloba en el conjunto de redes sociales denominadas horizontales, como la de Fecebook. Las relaciones entre cada uno de sus miembros, alumnos y profesores, no establece jerarquías, todos pueden actuar en la "nube", convirtiendo a cada uno de los alumnos en participantes activos supervisados por el profesor. El control ejercido por el profesor se reduce al establecimiento de normas de uso, que básicamente son dos: los límites flexibles de los contenidos informativos (curriculares y paracurriculares) y el respeto entre los miembros de la red. No hay que olvidar que se trata de una red social educativa. Edmodo se está extendiendo cada vez más en todos los ámbitos académicos, desde la enseñanza primaria a la universitaria. Pero donde pueden alcanzar la máxima utilidad es en la enseñanza a distancia, donde la relación directa entre los alumnos y el profesor no es, en la mayor parte del tiempo, un lugar físico sino virtual.

Hoy día tenemos a nuestro alcance una ingente cantidad de información. Los profesores hemos de tener la humildad de reconocer ante nuestros alumnos que no poseemos todos los conocimientos de la materia que explicamos y, mucho menos, los de las materias afines. Con las redes sociales, se hace más evidente lo que para algunos resulta obvio: las programaciones de las asignaturas son puntos de partida, marcos de referencia, pero no tienen por que ser puntos de llegada. Un curso es un mundo normalmente irrepetible, cada año es diferente, con centros de interés cambiante. El profesor no puede saber a priori cómo van a ser los alumnos con los que se va a encontrar. La programación debe establecer el núcleo de la materia, pero las ramificaciones que se derivan dependen de los intereses que los alumnos tengan o vayan descubriendo a lo largo del curso. La rígida jerarquía establecida entre el sujeto portador del conocimiento (profesor) y el sujeto receptor de conocimiento (alumno), se flexibiliza cuando el alumno aporta a la red información y conocimiento complementario al expuesto por el profesor. En ese momento por la red social virtual circula información en todas las direcciones: todos aprenden de todos. Y aquí es donde radica el éxito de Edmodo. La experiencia que se presupone al profesor es la que tiene que potenciar las iniciativas de los alumnos a la vez que reorienta sus aportaciones.

Pero la red no es solamente una fuente de información académica, también es un medio por el que los alumnos se relacionan entre ellos y con el profesor fuera de las horas presenciales en el centro, ya sea para debatir un tema propuesto en la red por alguno de sus miembros (incluido el profesor) o requerir la ayuda de los compañeros cuando surge alguna dificultad personal en el ámbito académico o extraacadémico. De aquí que el espacio físico del aula se amplíe al "aula en la nube". La presencia de la red en la enseñanza estrecha los vínculos entre los miembros del grupo. He podido comprobar como los afectos personales producidos por esos vínculos incrementan el rendimiento académico tanto individual como general, a la vez que genera una solidaridad que va más allá del grupo clase.

La red es la forma más eficiente de organizarse los propios alumnos por tres razones:
a) Es flexible porque admite nuevas configuraciones a medida que se van integrando dentro de la red las diferentes asignaturas del curso.
b) Es adaptable porque puede modificarse el número de alumnos participantes sin que se produzcan alteraciones en sus fines.
c) Es resistente porque la forma de operar entre los alumnos soporta tanto los cambios en la programación de las asignaturas como las posibles incidencias producidas por algún miembro de la red o intrusos que accedan a ella.

En definitiva, las redes sociales educativas, como Edmodo, son hoy día la manera de superar la transmisión unívoca del saber académico, en la que el profesor es la única fuente de conocimiento, por una transmisión multívoca en la que todos los miembros de la red aportan experiencias acumuladas e información que van descubriendo en su proceso de aprendizaje. 

lunes, 14 de mayo de 2012

De los errores

Los errores los comete uno, los aciertos los demás. Un error tiene valor cuando afecta a otras personas. No podemos saber el alcance de un error. Cuando el error de otro lo he padecido yo, con el tiempo lo he ido tapando pero de vez en cuando aparece, se hace presente y pocas veces me despierta una sonrisa. Cuando reconocemos que un error perjudica a alguien nunca lo hacemos queriendo, lo contrario no sería un error sino la voluntad de perjudicar para provocar dolor en los demás. Recuerdo, cuando tenía nueve años, que mi maestro me 

domingo, 26 de febrero de 2012

A mis alumnos de historia del arte (régimen presencial) graduados en ESPA el mes de febrero de 2012.


En la primera semana del mes de febrero finalizaron las clases para los alumnos de 4º de ESPA (Enseñanza Secundaria Para Adultos) de la Escuela de Adultos de Calvià. Unos empezaron en el mes de febrero del año 2011, otros en el mes de octubre del mismo año. Los había que estaban en el paro, otros trabajan algunas horas al día y pocos esperaban una fecha para incorporarse al mundo laboral. Todas las tardes de 16 a 21 horas, cuando entraban en el aula se les abría la esperanza de alcanzar un enriquecimiento personal, y para la mayoría, además, un futuro profesional que solo llegaría con la obtención de un título académico básico. No eran un grupo homogéneo, se conocieron en las aulas a lo largo de 8 meses. Las edades formaban un abanico de años que iba de más allá de los 40 a los que apenas tenían 18. Es habitual que haya en un centro escolar de personas adultas esta disparidad generacional. Con el paso de los días, las experiencias vividas a lo largo de la vida no fueron una barrera en las relaciones entre ellos, todo lo contrario, fue un ejercicio de tolerancia y respeto. La inquietud de los primeros días de clase dio paso, poco a poco, a la cortesía, la alegría y al compañerismo. En poco tiempo nadie fue indiferente para nadie. Algunas veces las clases se alargaban más allá de las 9 de la noche. Nunca se quejaron, esperaban a que el profesor, poco atento con el reloj, diese por finalizada la clase.